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España 3 - 2 Polonia: El día que se alcanzó el Olimpo

  • Foto del escritor: Miguel Martínez Cháfer
    Miguel Martínez Cháfer
  • 2 abr 2022
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 27 abr 2022

Vicente Miera realizó su último servicio como seleccionador consiguiendo la medalla de oro

La Selección Española de fútbol conseguía su primer oro en unas Olimpiadas SeFútbol

Junto al Mundial, era lo único que le faltaba a España. Una selección joven luchaba para llegar al final del monte Olimpo. Ansiaba recoger el oro y el laurel de los dioses. El conjunto de Vicente Miera quería hacer historia y llegó la fecha clave. El 8 de agosto de 1992, Barcelona fue testigo de como la bandera de España se alzaba para anunciar que el país había conseguido su primera medalla de oro en balompié en unos Juegos Olímpicos.


No quedaba ni un asiento libre. El Camp Nou estaba preparado para arengar a la selección española. El estadio del FC Barcelona no albergaba un partido del combinado nacional desde aquel encuentro amistoso contra Holanda en 1987 y tenía ganas de participar en algo grande. Esa noche de 1992, la roja le brindó a la ciudad Condal una alegría. Cuando terminó aquel España - Polonia, nadie se había marchado del campo. La afición no quería volver a casa, sino que quería seguir disfrutando desde sus asientos.


Polonia llegaba a la final con unos datos de escándalo. El equipo de Janusz Wójcik había endosado seis tantos a Australia en semifinales y era la selección que más marcaba con un total de 15, además de que su delantero Juskowiak era el máximo artillero de los Juegos con siete goles. Por su parte, España se enfrentaba a los polacos habiendo conseguido mantener la portería a cero durante todos los partidos de la competición.


Si perdonas, lo acabas pagando
El Camp Nou no albergaba un partido de la Seleccón desde 1987 Pinterest

El equipo de Miera comenzó el choque con una idea clara: tener el balón y aprovechar las oportunidades que se generaran al cansar al rival. Y poco se tardó en generar la primera ocasión. El 'Chapi' Ferrer, con el portero ya vencido, falló la más clara de la primera mitad en el minuto 7 de encuentro. La superioridad de España se reflejó en el juego durante los 45 minutos iniciales, pero Polonia no quería irse al descanso sin tener su ocasión y enmudeció al Camp Nou.


Tras una ocasión clara de Alfonso, el guardameta polaco Klak mandó un balón largo que parecía sencillo; sin embargo, todo se complicó. Abelardo no midió bien su salto y el balón cayó en los pies de Kowalczyk, quien le robó la cartera a López y tiró sin pensarlo. El tiro del delantero acabó en el fondo de la red y anotó el primer tanto del encuentro. La selección afrontaría la segunda mitad con un resultado adverso.


Y como Fermín Cacho, 'Quico' hizo el milagro

El gol de Polonia justo antes del descanso provocó que España saliese a la segunda mitad algo más nerviosa. Polonia sabía que podía aprovechar su gol y asedió la portería de Toni, afortunadamente, sin éxito. Los primeros diez minutos de la segunda parte tuvieron los colores rojiblancos, pero Abelardo puso por delante a la roja cuando menos se preveía. Una falta bien dirigida por Guardiola acabó en la cabeza del central que pudo resarcirse del error que desencadenó en el tanto rival.


El empate en el marcador era una realidad y los jugadores españoles querían más, querían ir a por el partido. Tan solo quince minutos después del gol de Abelardo, 'Quico' Narváez apareció por primera vez en el encuentro y dejó su primera instantánea en la final al anotar el 2-1. El gol del delantero del Cádiz desató la locura en el estadio, el portero Toni cruzó todo el campo dando un par de volteretas y los flashes de las cámaras comenzaron a aparecer. «El público quiere capturar en sus cámaras un momento para la eternidad», comentaba el narrador del choque Juan Carlos Rivero.

Tras el gol, el clásico cántico "campeones, campeones" comenzó a entonarse en las gradas, pero se dice que no hay que cantar victoria antes de tiempo. La afición se dejó llevar por la euforia y el mazazo fue mayor que con el primer tanto polaco. Solo cinco minutos después de la alegría española, Staniek puso las tablas en el marcador y España debía volver a remar para conseguir ese ansiado oro.


Esa acción del encuentro marcó un antes y un después en el juego español. Polonia desapareció del mapa y solo se veían ataques de jugadores vistiendo de rojo. El asedio de los de Miera a la portería rival era total y su recompensa debía llegar antes o después, se quería evitar la prórroga sí o sí. Y entonces, España calcó lo hecho por Polonia en la primera mitad.

Kiko Narváez fue el héroe de aquella final con sus dos tantos SeFútbol

Era el último minuto de juego y la selección tenía su última oportunidad, un saque de esquina. El balón cruzó el área sin encontrar rematador, Luis Enrique lo cazó en la frontal, probó suerte y acabó rebotando hasta llegar de nuevo a 'Quico'. El delantero español sabía que no tenía tiempo para pensar, disparó y se desató la locura en el Camp Nou. Un gol agónico en la última jugada del partido le daba el oro a la selección española y 'Quico' se convirtió en 'Kiko'. El atacante cadista dejaba de ser una promesa para convertirse en una realidad.


El mismo día que Fermín Cacho hizo historia en Montjuic, 20 futbolistas que no alcanzaban los 23 años también hicieron lo mismo en el Camp Nou. Miera realizó su último servicio como seleccionador y el fútbol español consiguió su primer oro olímpico. Había costado, pero España por fin se codeaba con los dioses.

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